Dos lágrimas, un adiós.

Sopesando lo que viví contigo, guardo mas sonrisas que pesares. No podría decir que mentiste, tampoco lo hice yo. No puedes odiar a alguien por tener pasado, cicatrices, temores o simplemente por no quererte. Mentiría al decir que estoy triste, porque tengo una fortaleza, y una rescilencia, que van mas allá de cualquier límite o circunstancia. Pero soy llorona, muy a mi pesar no me he curado de aquello. Así que pese a mi voluntad férrea de no afectarme, simplemente no pude evitarlo.
No se si fue la tarde, el cielo gris a punto de llover, o la melodía cursi y nostálgica de una canción sonando con intención en mi móvil, no lo sé. Solo se que dos putas lágrimas se deslizaron por mis gélidas mejillas. Tibias, breves. Absurdas como esta distancia. Como esta suerte de dolor, sin querer serlo...
Fueron dos, las conté. Tal como tu contabas mis orgasmos, o como yo contaba los minutos, para leer tus respuestas a mis estupideces. Amaba hacerte reír, sabes. Quien me hará reír a mi?. Tu claramente te ríes de todo...
Dos lágrimas. No da para mas. No hay duelo. No hay recriminación. Ni siquiera debería haber llanto, pero quien le explica eso, a esas dos ridículas lágrimas, totalmente fuera de contexto??. Puedo culpar a las hormonas, pero aun no me habituó a que no estés. Con tus códigos absurdos y tus reglas para todo. Tan solo dos lágrimas, un numero mas que las veces que me dijiste te quiero...