El trágico sino de ser incapaz de amar.

¿Por qué no me apreté

con todas mis fuerzas,
a tu cuerpo tibio, 

seguro, rústico?. 

Áspero y firme

como un viejo roble. 
Con olor amaderado,

con sabor a almendras.

Acogedor como un refugio,
humilde como la leña. 
Tosco como una piedra,
apacible como un sueño.

¿Por qué nunca adivine
el clamor de tus silencios?.
¿Por qué no te regale
la inmensidad de un te quiero?.

¿Por qué me guardé 

mis palabras de amor, 
y no acune a tu cariño, 

con caricias y versos?.

¿Por qué esta armadura

de hielo, que detesto?. 

Si tu entrega 

ardía en mi ser, 

como un sol resplandeciente.
¿Por qué la cobardía

de este corazón herido?.

Sangrando eternamente 

su pasado flagelante.
El daño me ha quitado
mi sueño más querido.

Me debato confundida,

interpretando el vacío... 

El frío cala mis huesos
y los recuerdos, 

son como dagas
afiladas, que destrozan, 

lo que queda de mi alma... 

Fragmentada; ahora me duermo, 
de tu sweter abrazada. 
Ojalá que no se empape

de mi sangre escarlata.